Pablo Neruda: Me gustas cuando callas, Voz Alejandro Sanz - Ismael Serra...
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
Pablo Neruda.
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
Pablo Neruda.
Por fin te encontré
como un candil brillando entre la nada.
Yo era Robinson
y descubrí tus huellas en la playa.
Tanto te esperé...
Yo, Adán expulsado del paraíso.
Tú, Eva maldiciendo la manzana.
Allá donde ella viaja está mi edén.
Por fin te encontré.
Te encontré por fin,
vagando por las dunas del pasado.
Y sacié mi sed,
bebí del breve hueco de tus manos.
Tanto te esperé...
La mirada de un niño tú me diste,
la luz de un verano que había olvidado,
el temblor que trae la primera vez.
Por fin te encontré.
Ven aquí no digas nada.
No hace falta, que la noche ya
aprendió de tus silencios
y a descifrar nuestros cuerpos.
Derrumbemos las cautelas.
Compañera, estoy perdido y ya,
para tener miedo, es tarde.
Bendito azar es encontrarte.
Yo no te busqué
y te encontré al abrirse una ventana
por un vendaval
que trajo perfume a tierra mojada.
Tanto te esperé...
Yo Adán expulsado del paraíso.
Tu Eva maldiciendo la manzana.
Allá donde ella viaja esta mi Edén.
Por fin te encontré.
Ahora has de saber
que me hundo en tu mirada inabarcable.
Que esta aurora trae
certezas para espantar soledades.
Tanto, tanto te esperé...
Y puede que el planeta se derrumbe,
que la lumbre del mundo algún día se apague,
que el tiempo arrugue el alma y nuestra piel,
pero yo por fin te encontré.
Ven aquí no digas nada.
No hace falta, que la noche ya
aprendió de tus silencios
y a descifrar nuestros cuerpos.
Derrumbemos las cautelas.
Compañera, estoy perdido y ya,
para tener miedo, es tarde.
Bendito azar es encontrarte.
Por fin te encontré
como un candil brillando entre la nada.
Yo era Robinson
y descubrí tus huellas en la playa.
Ismael Serrano.
como un candil brillando entre la nada.
Yo era Robinson
y descubrí tus huellas en la playa.
Tanto te esperé...
Yo, Adán expulsado del paraíso.
Tú, Eva maldiciendo la manzana.
Allá donde ella viaja está mi edén.
Por fin te encontré.
Te encontré por fin,
vagando por las dunas del pasado.
Y sacié mi sed,
bebí del breve hueco de tus manos.
Tanto te esperé...
La mirada de un niño tú me diste,
la luz de un verano que había olvidado,
el temblor que trae la primera vez.
Por fin te encontré.
Ven aquí no digas nada.
No hace falta, que la noche ya
aprendió de tus silencios
y a descifrar nuestros cuerpos.
Derrumbemos las cautelas.
Compañera, estoy perdido y ya,
para tener miedo, es tarde.
Bendito azar es encontrarte.
Yo no te busqué
y te encontré al abrirse una ventana
por un vendaval
que trajo perfume a tierra mojada.
Tanto te esperé...
Yo Adán expulsado del paraíso.
Tu Eva maldiciendo la manzana.
Allá donde ella viaja esta mi Edén.
Por fin te encontré.
Ahora has de saber
que me hundo en tu mirada inabarcable.
Que esta aurora trae
certezas para espantar soledades.
Tanto, tanto te esperé...
Y puede que el planeta se derrumbe,
que la lumbre del mundo algún día se apague,
que el tiempo arrugue el alma y nuestra piel,
pero yo por fin te encontré.
Ven aquí no digas nada.
No hace falta, que la noche ya
aprendió de tus silencios
y a descifrar nuestros cuerpos.
Derrumbemos las cautelas.
Compañera, estoy perdido y ya,
para tener miedo, es tarde.
Bendito azar es encontrarte.
Por fin te encontré
como un candil brillando entre la nada.
Yo era Robinson
y descubrí tus huellas en la playa.
Ismael Serrano.
Este video lo publiqué el 16/07/2012, es mi primer trabajo de esta forma en Youtube y también es un regalo qué, aparentemente mal apreciado, para mi fue con mucho amor, es una pena que las relaciones humanas sean tan complicadas.
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