Guillermo L. Hernández

Lo único que es un fin en sí mismo es el hombre, nunca puede ser utilizado como medio - Kant

Neurosis, psicosis y perversión; tres rostros de la condición humana

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El bebedor de absenta, pintura de Viktor Oliva.
Genio y figura hasta la sepultura. Hijo de tigre, pintito. El que nace para maceta no sale del corredor. Árbol que nace torcido, jamás su tronco endereza. ¿Qué tienen en común estos refranes? Tienen un común denominador: la personalidad del ser humano siempre estará presente a lo largo de su existencia. No en balde nuestros ancestros recopilaron siglos de sabiduría en pequeñas oraciones postuladas como aforismos para designar las experiencias que da el paso por esta tierra.

El ser humano está constituido bajo una “estructura de personalidad” que se entiende como aquello que nos constituye, que nos hace “ser” en relación a nosotros mismos y al mundo, una manera de ser y estar en el mundo. Desde la lectura del psicoanálisis existen tres estructuras básicas: neurosis, psicosis y en medio de ellas la perversión.

¿Cómo se estructura el sujeto? ¿en base a qué experiencias el sujeto se estructurará? ¿de qué depende que un sujeto sea perverso, psicótico o neurótico?


La personalidad del ser humano se estructura en base a las primeras experiencias vividas en la más tierna infancia; experiencias de amor pero también experiencias de muerte. Experiencias de amor como el apego, el cariño, afecto, y la posterior separación-individuación. Experiencias de muerte manifestadas a través del rechazo, el descuido, la falta de reconocimiento, la destrucción, aniquilación, el niño como prolongación de su madre, etc. Y todo esto en conjunto es lo que va a estructurar al ser humano, esas primeras vivencias quedarán troqueladas en lo más recóndito de su inconsciente y desde allí fraguará su existencia.

Las experiencias en la primera infancia y cómo se hayan éstas percibido van a quedar de alguna manera “fijadas” en la psique del infante, sobre todo las experiencias vividas como excesos: exceso de frustración y exceso de satisfacción. Amor y abandono. La falla que se instaura tendrá mucho que ver en esa estructura psíquica que se forma.

Todo se juega en el primer año de vida. ¿Cómo es que una persona tiene un “quiebre psicótico” y anda por la vida ensimismado en su propia realidad, en un solipsismo a perpetuidad? La persona que está estructurada bajo el designio de la psicosis (esquizofrenia, paranoia y bipolaridad) lo es por lo que vivió en ese primer año de vida, cuando su “Yo” se estaba formando, no hubo algún referente, hubo en cambio una madre psicotóxica, ajena a su función de madre, enajenada con otros menesteres, abandonando al infante a su propia suerte; no hubo una madre que catectizara al infante (llenarlo de amor) y por lo tanto el “Yo” no logró estructurarse. Un Yo débil que a la postre, ante algún evento traumático regresará al allá y el entonces y al no haber la estructura básica necesaria tendrá el quiebre psicótico. De adulto tenderá a la psicosis ante un medio adverso y una estructura que ya trae desde la infancia.

En el neurótico opera otra cosa, el neurótico (fóbico o histérico u obsesivo) libró ese primer año; su “yo” logró estructurarse a través de introyecciones, pasa a un segundo momento, a una segunda estructura, la estructura neurótica en donde su yo estará en constante conflicto con la realidad, con las demandas del Ello y con las exigencias del Superyó. Como se dice coloquialmente en las aulas de la Facultad de Psicología: “Todos somos neuróticos gracias a Freud”.

La característica principal del neurótico es ese constante conflicto con la realidad; realidad que le frustra, realidad con la que siempre está en constante conflicto. El neurótico por un lado está bajo las demandas del principio del placer pero por otro lado está también bajo el yugo de las demandas del principio del deber. En cambio en la estructura psicótica sucede otra cosa, la persona que se ha estructurado bajo la denominación de la “psicosis” tiende a evadir la realidad, no le gusta; por lo tanto “crea” una realidad alterna: “No soy yo el malo, son ellos los que me persiguen”; su síntoma como un intento de re-equilibrio.

¿Cómo se relaciona el neurótico, el psicótico y el perverso con el “Otro”? ¿cuál es su posición existencial como ser-en-el-mundo? Tomemos de ejemplo el constructo “demonio”. Para el neurótico los “demonios” con los que tiene que luchar son sus padres, su jefe, los compañeros de trabajo, la falta de dinero, la insatisfacción sexual, la obsesión; es decir, son demonios “simbolizados”, demonios que tienen que ver precisamente con eso que ocurrió en su infancia y retornan a su existencia representados en personas de carne y hueso en los que deposita las frustraciones que vivió en el allá y el entonces. Siguiendo con la misma alegoría, los demonios para el psicótico son demonios reales, demonios que lo persiguen. Demonios que existen y que atraviesan paredes, que se le aparece en su cuarto, nadie más lo ve, demonios que se esconden en sus botas, demonios que le susurran cosas al oído.

Tenemos pues que el constructo denominado “demonio” es experimentado para el neurótico a través del simbolismo, en cambio el demonio para el psicótico existe realmente. Sólo nos queda la estructura perversa: en el perverso el “demonio” es él mismo. El perverso como el demonio encarnado. El perverso es un “niño grandote” que no le pusieron reglas, normas, límites, no hubo un padre que lo castrara; ausencia de la figura paterna que le pusiera límites, que le castrara su deseo, el perverso goza por ese medio. Su goce es un goce infantil, goza como lo hiciera un infante sádico, mortificando la existencia del otro, saciando sus pulsiones perversas importándole solo él.

¿Cómo se relaciona cada persona dependiendo de su estructura con los fenómenos oníricos (el sueño)? El neurótico tiene una pesadilla y al despertar sabe que solo fue un mal sueño, o un sueño erótico que solo queda en eso, en sueño. El perverso lleva a cabo lo que el neurótico sueña. El psicótico vive en un sueño eterno en donde ángeles y demonios existen en su vida real.

O también podremos comprender la relación que tiene cada estructura de personalidad con el “Otro”, por ejemplo: se dice que el neurótico tropieza siempre con la misma piedra, de hecho el neurótico no solo tropieza con la misma piedra, él mismo la pone para tropezar con ella (compulsión a la repetición). La relación del perverso con la piedra sería una relación de fetiche; tomaría a la piedra no para tropezar con ella sino para fetichizarla, sodomizarla, erotizarla, o buscar hasta por debajo de las piedras para ver con qué más gozar. El psicótico se pondría a platicar con la piedra.

Infancia es destino y allí se jugará gran parte de lo que el ser humano será en su vida adulta. Será desde allí como tomará decisiones, cómo se enfrentará a las situaciones cotidianas de la vida. Todo esto ha quedado troquelado en el inconsciente del ser humano y desde allí estará demandando ser reconocido. Intentará salir a la luz y por lo regular lo logra, pero ese “salir a la luz” lo hace a través de una máscara que denominamos síntoma y es precisamente ese síntoma lo que no permite al ser humano andar por la vida ligero de equipaje. El síntoma (depresión, ansiedad, estrés, trastorno alimenticio, obsesiones, relaciones amorosas no sanas etc.) como manifestación de eso que incomoda, de eso de lo que se quiere hablar pero que la sociedad insiste en que se debe callar. El síntoma existe por algo, no se trata de simplemente modificarlo o callarlo, al contrario, hay que escucharlo, interpretarlo, traducirlo. El síntoma está allí por algo y el consultorio es el lugar idóneo para escuchar lo que tiene que decir a través de la propia palabra del paciente, del que sufre ese malestar que por lo regular se esconde detrás de un “No sé lo que me pasa”.

La psicoterapia como ese lugar idóneo en donde se puede escuchar el discurso del paciente y saber eso que está allí pero que por ser precisamente inconsciente no se sabe. Hablar ese sueño “perverso” que aterra, platicar de esos demonios simbolizados, comprender esa compulsión a la repetición que impulsa a poner la piedra para tropezar con ella. Descubrir la propia verdad, la propia constitución, la propia estructura de personalidad, aceptar de lo que estamos hechos y comenzar a construir la vida que se desea vivir.

Autor Carlos Arturo Moreno De la Rosa
Psicólogo (UANL) y Psicoterapeuta

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No se dejen engañar, nota que circula por la red; Encuentran biblia de más de 1500 años que afirma que Jesucristo no fue crucificado.

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Cuidado con esto ya que promueve el Islam y esos son más fundamentalistas que los cristianos.
Fuentes aquí:

Una Biblia con más de 1.500 años fue descubierta en Turquía y es motivo de preocupación para el Vaticano. Eso es porque esta Biblia contiene el Evangelio de Bernabé, que fue uno de los discípulos de Cristo, que viajaron con el apóstol Pablo, la cual mantiene una visión de Jesucristo similar a la del Islam.

El libro habría sido descubierto en el año 2000 y ha sido mantenido en secreto en el Museo Etnográfico de Ankara. El libro, hecho en cuero tratado y escrito en un dialecto del arameo, el idioma de Jesucristo, tiene páginas negras, debido a la acción del tiempo. Según las noticias, los expertos evaluaron el libro y se aseguraron de que es original. NUEVAS FOTOS AQUÍ.

Las autoridades religiosas de Teherán insisten en que el texto demuestra que Jesús no fue crucificado, no era el Hijo de Dios, sino un profeta, y llamó a Pablo, el “impostor”. El libro también dice que Jesús ascendió al cielo vivo, sin haber sido crucificado, y Judas Iscariote habría sido crucificado en su lugar.

Habla sobre el anuncio que dio Jesús de la venida del Profeta Muhammad, quien fundaría el Islamismo 700 años después de Cristo. El texto prevé la llegada de la último mesías islámico, hecho que no ha sucedido todavía.

El Vaticano ha mostrado preocupación por el descubrimiento del libro y pidió a las autoridades turcas para que expertos de la Iglesia Católica evalúen el contenido del libro en la Iglesia Católica. Se cree que la Iglesia Católica en el Concilio de Nicea, ha realizado la selección de los Evangelios que formarían parte de la Biblia, suprimiendo algunos, entre ellos posiblemente el Evangelio de Bernabé.

También existe la creencia de que había muchos otros evangelios, conocidos como Evangelios del Mar Muerto.

Así que quien crea en esto, espere al mesías islámico, pero wikipedia ya nos habla de este Evangelio aquí.
El evangelio de Bartolomé es un evangelio apócrifo que se atribuye a Bernabé apóstol y al que se hace referencia en algunos textos antiguos (el Decreto Gelasiano de libros aprobados y no aprobados (Decretum Galasianum), del siglo VI, que lo cita entre los apócrifos y por la "Lista de los sesenta libros", obra griega de alrededor del siglo VIII). Hoy en día ese texto se ha perdido por completo.
No debe confundirse aquel texto con otro muy posterior también denominado evangelio de Bartolomé Introducción al texto en la Biblioteca Virtual Cervantes, finales del siglo XVI o principios del siglo XVII.
Según diversas investigaciones, el texto fue redactado por un morisco español con conocimientos básicos tanto del islam como del cristianismo. La finalidad del texto es adaptar la versión del cristianismo a la visión islámica de Jesús. Así, el propio hijo de María reconocería reiteradamente que él no es el mesias. En esa versión tampoco Jesús es crucificado, sino que lo es en su lugar Judas, razón por la cual no hay resurrección.
Durante mucho tiempo se ha conocido sólo una versión en italiano del texto, pero en 1976 se descubrió en la Universidad de Sydney (Australia) una copia parcial del texto, realizada en el siglo XVIII [1]. En dicha versión hay un prefacio según el cual la edición la habría hecho un monje (Fray Marino) que, aprovechando que el Papa Sixto V se había dormido acudió a su biblioteca y habría encontrado el texto, hurtándolo para leerlo. Según esa historia, el monje, al leerlo, habría decidido convertirse al Islam y difundir el texto.
Existen numerosos errores geográficos (se hacer referencia al "puerto de Nazaret")

Referencias

  • L. F. BERNABÉ PONS, El Evangelio de Bernabé. Un evangelio islámico español, Alicante, 1995 (Tesis doctoral).
  • L. F. BERNABÉ PONS, El texto morisco del Evangelio de San Bernabé, Granada-Alicante, 1998.
  • M. DE EPALZA, «Le milieu hispano-moresque de l'Évangile islamisant de Barnabé (XVIe-XVIIe siècles)», Islamochristiana, Roma, 8 (1982): 159-183.
  • M. DE EPALZA, «Etudes hispaniques actuelles sur l'Evangile islamisant de Barnabé», Al-Masªq, Leeds, I (1988): 33-38.
  • M. DE EPALZA>

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Trastorno de personalidad Histrionico

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Conceptos Generales

A lo largo de la historia se han intentado clasificar las personalidades normales y las personalidades patológicas, y se han buscado signos externos que permitieran predecir el comportamiento normal o anormal de las personas.

Concepto de Personalidad
El concepto de personalidad se refiere al conjunto de características más o menos estables de la formas de ser de las personas, que les hace ser como son en sus pensamientos, sentimientos y comportamientos (www.salud.discapnet.es). Para Beck (1976), las pautas de personalidad son estrategias con funciones adaptativas que han sido modificadas por el ambiente y el aprendizaje. Las pautas que describimos como rasgos de personalidad son estrategias interpersonales desarrolladas a partir de la interacción entre las disposiciones innatas y lo aprendido. Esto es lo que llama esquemas. Los distintos rasgos de personalidad representan importantes diferencias estructurales reflejadas en la creencia o esquemas básicos de cada persona, los cuales se forman en la infancia.

Concepto de Trastorno de Personalidad
Se entiende que una persona tiene un trastorno de personalidad cuando sus características de personalidad son tan rígidas y desadaptativas que le impiden amoldarse a muchas vivencias y situaciones normales de la vida, entre las cuales reacciona de una forma estereotipada que provoca siempre problemas específicos y previsibles. En estos trastornos se suele afectar, de distinto modo, el área afectiva, el área de control de impulsos, el área cognitiva y la de las relaciones interpersonales. Según Millon, los patrones de personalidad patológica son características profundamente arraigadas que impregnan todas las áreas de la vida de una persona. Estos patrones derivan de la interacción de los factores constitucionales y de la experiencia. Una vez establecidos en los primeros estadios de la vida, tienden a invadir nuevas esferas y a perpetuarse dentro de círculos viciosos. Imponen un modo de vida tan arraigado y automático, que el paciente no advierte su presencia ni sus consecuencias. El trastorno de personalidad, entonces, es un patrón permanente e inflexible de experiencia interna y de comportamiento que se aparta significativamente de las expectativas de la cultura del sujeto, tiene su inicio en la adolescencia o principio de la edad adulta. Es estable a lo largo del tiempo y le produce malestar o perjuicios al sujeto.

La prevalencia de estos trastornos de un 5-15% en la población general, sin una diferencia clara por género. Los trastornos de personalidad se dividen en tres grupos, el primero es el cluster A, de los extraños o excéntricos, un segundo grupo es el cluster B de los dramáticos, emotivos o erráticos y el tercer grupo es el cluster C de los ansioso y temerosos.



El Trastorno Histriónico de la Personalidad

El trastorno de personalidad histriónica es un trastorno del cluster B y se define como un trastorno caracterizado por un patrón de expresión emocional y búsqueda de atención excesiva, incluyendo una desmedida necesidad de aprobación y una actitud de seducción inadecuada, que generalmente comienza en los primeros años de vida (www.nlm.nih.gov). Se ha aplicado el término histeria a fenómenos tan diversos como la pérdida transitoria del control resultante de un estrés abrumador, el trastorno por conversión y el síndrome de Briquet. (Beck, 1976).

Conceptualización Diagnóstica,

Con la finalidad de reducir la confusión en el uso del término “histeria”, la asociación americana de psiquiatría (APA), no la incluyó en el DSM – III (APA, 1980). En su lugar, aparecen las categorías separadas del trastorno por somatización y el trastorno por conversión, la hipocondría, los trastornos disociativos y el trastorno histriónico de personalidad (THP).
El DSM – IV describe como patrón general para este trastorno una excesiva emotividad y una búsqueda de atención, que empiezan al principio de la edad adulta y que se da en diversos contextos. El THP se caracteriza por la excesiva emocionalidad y la tendencia a llamar la atención. Los individuos con THP constantemente procuran o exigen que se les apoye, se les apruebe o se les elogie. Desean abiertamente ser físicamente atractivos, suelen ser manifiestamente seductores y se sienten más cómodos cuando ocupan el centro de atención. Los criterios diagnósticos mencionados por el DSM – IV para el THP son cinco (o más) de los siguientes ítems:
  1. No se siente cómodo en las situaciones en las que no es el centro de atención.
  2. La interacción con los demás suele estar caracterizada por un comportamiento sexualmente seductor o provocador.
  3. Muestra una expresión emocional superficial y rápidamente cambiante.
  4. Utiliza permanentemente el aspecto físico para llamar la atención sobre sí mismo.
  5. Tiene una forma de hablar excesivamente subjetiva y carente de matices.
  6. Muestra auto dramatización, teatralidad y exagerada expresión emocional.
  7. Es sugestionable, por ejemplo, fácilmente influenciable por los demás o por las circunstancias.
  8. Considera sus relaciones más íntimas de lo que son en realidad.
La prevalencia del trastorno, según el mismo texto, es de aproximadamente del 2 – 3 %, según distintos estudias en la población general. Utilizando evaluaciones estructuradas, se han señalado tasas del 10 – 15 % en centros de salud mental tanto hospitalarios como ambulatorios.

Baumbacher y Amini (1980–1981 citado en Beck,1976) discriminaron tres grupos dentro del THP:
  1. Neurosis caracterológica histérica, asociada con los problemas edípicos triádicos clásicos.
  2. Trastorno histérico de la personalidad, enraizado en la fase fálica inicial y por lo tanto, asociado con cuestiones diádicas (madre – hijo).
  3. Organización límite de la personalidad con rasgos histéricos, que utiliza defensas más primitivas, propias de las fases preedípica.
Algunas complicaciones psiquiátricas asociadas a este trastorno pueden ser intentos de suicidio (como elemento de manipulación), trastorno por angustia, abuso de sustancias tóxicas, trastorno de conversión, trastorno de somatización y psicosis reactiva breve.
Manifestación clínica. Los pacientes con un trastorno de personalidad histriónico muestran una conducta de búsqueda constante de atención. Tienden a exagerar sus pensamientos y sentimientos, haciendo que todo parezca mucho más importante de lo que realmente es. Se enojan, lloran si no reciben aprecio o aprobación. La conducta seductora es frecuente en ambos sexos. Las fantasías sexuales sobre personas con las que tienen algún tipo de relación son habituales, pero los pacientes son inconscientes en el momento de verbalizar sus fantasías y se muestran tímidos o proclives al coqueteo, más que sexualmente agresivos. Sus relaciones interpersonales suelen ser superficiales, y pueden ser vanidosos, egocéntricos y volubles. Su gran dependencia les convierte en confiados y crédulos. Estos pacientes son cálidos, encantadores e incluso seductores, pero algo falta, sus sentimientos parecen carecer de profundidad o autenticidad. Además, hay mayores conflictos con las mujeres que con los hombres, debido a la competencia por ellos. Su emocionalidad parece ser exagerada, lábil y superficial; tienden a tener un lenguaje vago y globalizado. Su lenguaje suele ser intenso y dramático, con una gran cantidad de hipérboles; emplean una entonación teatral, con gestos y expresiones faciales dramáticas. Estos pacientes son vivaces, teatrales y su conducta es abiertamente reactiva e intensa. Son emocionalmente excitables y anhelan ser estimulados; a menudo responden a pequeños estímulos con estallidos irracionales de cólera o descontrol.
Los demás los perciben como superficiales, carentes de autenticidad, exigentes y abiertamente dependientes, centrados en sí mismos y sin capacidad para esperar la gratificación; por lo mismo, sus relaciones interpersonales están deterioradas y son habitualmente tormentosas e insatisfactorias. Dependen de la atención que les brinden las otras personas, por lo cual son especialmente vulnerables a la angustia de separación, y es posible que recurran al tratamiento cuando los ha perturbado intensamente la ruptura de una relación.
Las principales defensas de estos pacientes son la represión y la disociación. De hecho tienen muy poca conciencia de sus verdaderos sentimientos y son incapaces de explicar sus motivaciones. En situaciones de estrés, su evaluación de la realidad se deteriora con facilidad (Kaplan & Sadock, 1999).
La causa de este trastorno es todavía desconocida, sin embargo, los acontecimientos de la infancia y la genética pueden jugar algún papel en su aparición. Las personas que lo padecen generalmente están en capacidad de desenvolverse en un alto nivel y son exitosos tanto social como laboralmente. Aquellos que sufren de este trastorno a menudo no son capaces de entender su propia situación y tienden por el contrario a sobreactuar y exagerar; además, generalmente culpan a otras personas de sus fracasos o decepciones.
La indicación más fuerte de de un THP es una representación de sí mismo abiertamente dramática, teatral o histriónica. Las emociones del individuo histriónico se expresan con intensidad, pero parecen exageradas o poco convincentes, como si el paciente estuviera interpretando un papel teatral. El paciente con THP han sido conceptualizado como una caricatura de lo que en nuestra sociedad se define como feminidad: es vanidoso, superficial, afectado, inmaduro, dependiente en exceso y egoísta. Suelen presentar sus propios síntomas, pensamientos y acciones como si fueran entidades externas impuestas contra su voluntad, tienden a formular enunciados absolutos, como por ejemplo: “Estas cosas me pasan sólo a mí”. Suelen vestir de un modo que atrae la atención, con colores brillantes, estilos sorprendentes y provocativos, un exceso de maquillaje y de tinte para el pelo (Beck el al., 1976).

Este trastorno puede afectar las relaciones sociales o sentimentales del paciente o su capacidad para hacer frente a las pérdidas y fracasos. Estas personas pueden cambiar de trabajo frecuentemente, ya que se aburren con facilidad y tienen dificultades para hacer frente a la frustración. Debido a que ellos tienden a anhelar la innovación y la excitación, se pueden involucrar en situaciones arriesgadas. Todos estos factores pueden llevar a un mayor riesgo de desarrollar depresión.

En la entrevista, estos pacientes parecen cooperadores y dispuestos a contar su historia en detalle. La gesticulación y las puntuaciones dramáticas son habituales en su conversación. Incurren frecuentemente en lapsus linguae y su lenguaje es muy florido. También demuestran una importante superficialidad, pudiendo ser muy emocionales en un momento dado y rápidamente cambiar de tema a cosas banales o sin importancia (www.cuidadorpsiquiatrico.com). El componente afectivo resulta muy evidente, pero cuando se les presiona para que reconozcan ciertos sentimientos pueden responder con sorpresa, indignación o negación. Se observa también una falta de perseverancia en tareas aritméticas o de concentración, y sorprende su facilidad para olvidar sucesos con fuerte carga emocional (Kaplan et al., 1999). Si estas características se utilizan como indicios que el clínico tiene que sondear con cuidado en busca de más información útil para llegar al diagnóstico, para que resulte bien fundamentado; es ventajoso explorar en profundidad las relaciones interpersonales, también como manejan la ira, las peleas y los desacuerdos, es útil preguntar a los pacientes cómo tienden a verlos los demás, se pueden hacer examinando las relaciones anteriores que no se desarrollaron bien, indagando de qué se quejaban las otras personas. Con un paciente potencialmente histriónico, esta información es también útil para determinar si hay una característica teatral o manipulativa en las amenazas o intentos del presente (Beck et al., 1976).

Comorbilidad y diagnostico diferencial. La distinción entre el trastorno histriónico de la personalidad y el trastorno limite es difícil, pero en estos últimos se dan mas frecuentemente intentos suicidas, difusión de identidad y episodios psicóticos breves. Es importante tener en cuenta que ambos trastornos pueden ser diagnosticados en el mismo paciente.
Por otro lado, la comorbilidad puede darse con el trastorno por somatización o síndrome de Briquet, trastorno psicótico breve y con trastornos disociativos. Hay una tendencia a analogar el THP en mujeres con el trastorno de personalidad antisocial en hombres; Un estudio realizado por Lilienfeld, Van Valkenburg, Larntz y Akistal (1986), relacionando el THP con personalidad antisocial y trastorno por somatización, encontraron que tales trastornos se superponen considerablemente en los individuos; la relación más fuerte es la que existe entre el THP y la personalidad antisocial. Además, el THP modera la relación entre la personalidad antisocial y el trastorno por somatización. En razón de esto hay autores que sugieren la posibilidad de los individuos histriónicos desarrollen una personalidad antisocial si son varones y un trastorno por somatización si son mujeres. Sin embargo, en un estudio realizado por Ellison, Cale y Lilienfield (2002) intentando comprobar esta hipótesis realizaron un estudio con actores de teatro, ya que se especula que los actores exhiben mayores niveles de síntomas histriónicos. En sus conclusiones sólo obtuvieron un bajo y débil apoyo, sus resultados sugieren que THP y la personalidad antisocial tienden a covariar con manifestaciones psicopáticas, encontrando, además, sin sorpresa que estos desordenes son caracterizados por comportamientos emocionales, dramáticos e impulsivos.

Curso y pronóstico. Con la edad, los pacientes con un trastorno histriónico tienden a presentar menos síntoma. Estos pacientes, además, son buscadores de sensaciones fuertes y pueden, además, tener problemas con ley, promiscuidad y abuso de sustancias o alcohol.

Conceptualización cognitiva

Millon (1994) señala que las personas que sufren de un trastorno de personalidad histriónica se caracterizan por tener una forma ostentosa de expresarse, buscan ser el centro de la atención de todos los demás. Presentan una gran teatralidad y dramatismo, con el fin de impresionar y controlar. Se resisten a mantenerse en segundo plano, desean que se les haga sentir especiales, y sienten ira, celos o sentimientos depresivos si no lo consiguen. Aunque muchos de ellos mantienen un estilo de vida caracterizado por un patrón cambiante de comportamientos y emociones, suelen desarrollar gran sensibilidad para captar los estados de ánimo y los pensamientos de aquellos que desean impresionar, un estado de hiperalerta que les permite determinar rápidamente que es lo que más desean los demás. Su crónica necesidad de estimulación y atención se traduce en que mantengan relaciones interpersonales seductoras, exageradas y caprichosas. Tienden a juzgar las relaciones que mantienen como si fuesen más íntimas de lo que son en realidad. Según Shapiro (1965) la personalidad histriónica presenta una cognición y defensa que tienen un propósito protector. La cognición de los histriónicos es notablemente vaga, difusa, global, impresionista, dispersa y superficial. Las personas con esta personalidad tienen a minimizar la complejidad cognitiva siempre que le es posible. Su filtro defensivo-cognitivo les protege activamente de cualquier cosa demasiado precisa, objetiva, concreta, abstracta, razonada, lógica, sistemática, filosófica o existencial. Lo que es objetivo o concreto también les resulta demasiado aburrido, tedioso, profundo y amenazador. Considera que el “estilo neurótico” del histérico no se debe sólo a la exclusión de contenidos ideacionales o emocionales específicos de la conciencia; a su juicio, el modo de general de cognición del histérico es global, difuso y vago, con independencia del contenido, sería incapaz de una concentración intelectual intensa o coherente, lo que lo llevaría a ser en general de distracción fácil y sugestionable, además de presentar de presentar conocimientos generales deficientes incluso en campos que no es razonable suponer sujetos a la influencia de la represión.
Uno de los supuestos subyacentes del individuo con THP es “Yo soy inadecuado e incapaz de manejar la vida por mí mismo”. Otros trastornos pueden basarse en un supuesto análogo, pero es el modo como el sujeto se encuentra con esta creencia lo que lo distingue específicamente al THP. Como considera que las otras personas son esenciales para su supervivencia en el mundo, el paciente histriónico tiende también a tener la creencia básica de que es necesario que todos lo amen por lo que hace. Esto genera un fuerte temor al rechazo. Incluso la idea de que el rechazo es posible resulta extremadamente amenazadora, pues le recuerda que su posición en el mundo es muy débil. Toda indicación de rechazo es devastadora, incluso aunque la persona que rechaza en realidad no sea importante para el paciente. Como se siente básicamente inadecuada pero se desespera para obtener la aprobación como su única posibilidad de salvación, la persona con THP no puede relajarse ni dejar al azar el logro de ese objetivo. En lugar de eso, siente una constante presión que le lleva a atraer la atención con los medios que mejor ha aprendido y que a menudo consisten en asumir un extremo del estereotipo de su rol sexual. (Beck et al., 1976).

Las histriónicas parecen haber sido recompensados desde edad temprana por su atractivo fisco, encanto, más que por su capacidad o por algún esfuerzo que exigiera pensamiento y planificación sistemáticos. Los histriónicos “machos” han aprendido a interpretar un rol masculino extremo, pues se les recompensaba por la virilidad, rudeza y el poder, más que por su capacidad real o por la aptitud para resolver problemas. Es por esto, comprensible que los histriónicos (de ambos sexos) aprendan a concentrarse en el desempeño de roles y la “interpretación teatral” para otros. (Beck et al., 1976)

Turkat y Maisto (1985 citado en Beck et.al, 1976) en el examen de un caso de THP, formularon los problemas de estos pacientes como “una necesidad excesiva de atención e incapacidad para aplicar las habilidades sociales apropiadas a fin de lograr esa atención de los otros”. De modo que aunque la aprobación de los demás es la meta primaria, estos individuos no han aprendido métodos eficaces para obtenerla. A los histriónicos les importa obtener aprobación externa que aprender a valorar los hechos externos más que su propia experiencia interna. Con una atención tan débil a la propia vida interior, pierden todo sentido claro de su identidad independiente de las otras personas y se ven a sí mismos primordialmente en relación con ellas. De hecho, es posible que sientan por completo extraña e incomoda su propia experiencia interna; a veces evitan activamente el autoconocimiento, porque no saben como enfrentarse a él. Tienen una sensación vaga de la naturaleza superficial de sus sentimientos, lo cual puede inducirlas a apartarse aún más de una verdadera intimidad con otro ser humano, por miedo a ser “descubiertos”. Como han prestado poca atención a sus propios recursos internos, cuando una relación exige una cierta profundidad no saben como responder. De modo que sus relaciones tienden a ser muy superficiales (Beck et al., 1976).

El énfasis en lo externo y lo teatral puede conducir a un estilo de pensamiento característico, descrito por Shapiro (1965 citado en Beck et al., 1976) donde se considera que el pensamiento del paciente histriónico es vago, vívido e interesante, pero sin detalles y descentrado. Esto parece ser la consecuencia no sólo de la falta de introspección, sino también de que no presta atención a los detalles. Si algo no ha sido advertido claramente, no puede ser recordado de un modo específico; los recuerdos que tiene de los hechos siempre son globales y difusos. De esto resulta una deficiencia real del conocimiento de los detalles y hechos específicos que, junto con la falta de experiencia en la resolución de problemas, puede provocar dificultades serias en el manejo constructivo de las situaciones problemáticas. Esta incapacidad no hace más que fortalecer la creencia de que es inadecuado para enfrentarse sólo a la vida y necesita apoyarse en la ayuda de otros. El estilo vago de la cognición conduce a un sentido difuso de sí mismo, no basado en las características ni los logros propios y específicos, ya que al no ser capaces de ver las propias acciones y sentimientos de una forma detallada, es difícil tener una impresión realista de sí mismo. Además, como según la terapia cognitiva, los pensamientos ejercen una fuerte influencia sobre las emociones, los pensamientos globales y exagerados llevan a emociones también exageradas y globales. El estilo de pensamiento característico del paciente histriónico genera varias de las distorsiones cognitivas definidas por Beck (1976, citado en Beck et al., 1976). Como estas personas tienden a ser más influidos por las impresiones que por la reflexión, son especialmente proclives al pensamiento dicotómico; tienen reacciones intensas y súbitas, se precipitan a conclusiones extremas, positivas o negativas. Como no son capaces de un examen crítico de sus propias respuestas, también padecen con la distorsión del razonamiento emocional, es decir, toman sus emociones como prueba de la verdad.
Según Beck (1976) el estilo de pensamiento característico del histriónico genera varias distorsiones cognitivas; como estos pacientes tienden a ser más influido por las impresiones que por la reflexión escrupulosa, son especialmente proclives al pensamiento dicotómico. Tienen reacciones intensas y súbitas, y se precipitan a conclusiones extremas, positivas o negativas. Por su parte, Freeman (1988) plantea que algunos de los esquemas cognitivos típicos de las personas con trastorno de personalidad histriónico son: “Las apariencias son muy importantes”, “La gente juzga por las apariencias externas”, “Yo debo tener la atención de la gente importante para mi”, “Mi vida nunca debe frustrarme”, “Yo debo tener siempre lo que quiero”, “Las emociones hay que expresarlas rápida y directamente” y “Lo atractivo es lo más importante de mi mismo”. Los pacientes histriónicos son también proclives a la distorsión en el sentido de una generalización excesiva. Pueden ser también extremistas en sus conclusiones positivas sobre las personas y las relaciones, y no es difícil que oscilen entre ambos polos (Millon, 1994).

Los histriónicos perciben el mundo a través de sus impresiones, cargadas de emotividad, imprecisión y dramatismo. Su atención va de aquí para allá, movida por la estimulación sensorial y las asociaciones internas; cualquier cosa que en un momento centre su atención deja sólo una huella temporal y poca impronta en los recuerdos. Raramente procesan la información en profundidad, captan el mundo en términos de categorías cognitivas amplias, sobregeneralizadas y sin límites. De esta forma, la mente contiene pocos esquemas bien desarrollados para clasificar y ordenar el mundo o para comparar las posibilidades futuras con las experiencias pasadas (Shapiro, 1965). La superficialidad refleja una evitación de las imágenes inconscientes potencialmente amenazadoras, especialmente las que parecen retornar a la conciencia su profunda necesidad de dependencia y de manipulaciones sexuales. Al no atender a los detalles de su mundo y de sus relaciones interpersonales, estos individuos refuerzan el mecanismo de represión. Permiten que sus estructuras cognitivas se pierdan o se formen débilmente y así hallan un modo de distraerse a sí mismos cuando la vida empieza a presentar complicaciones y potencian su tendencia a disociarse defensivamente bajo la presión de un estrés intenso (Millon et al., 1994).
Al presentárseles una dificultad, por lo general estos pacientes dicen “esto es demasiado difícil”. La concentración es demasiado aburrida o incongruente con su auto imagen. Las personalidades histriónicas no resuelven sus propios problemas, buscan ayuda en los demás (Millon et al., 1994).

Debido a que no son capaces de procesar el mundo en profundidad, no conectan los hechos ni almacenan en su experiencia ningún dato concreto sobre el mundo. La consecuencia de esto es la falta de conocimiento sobre la propia identidad. Casi nunca desarrollan una identidad bien formada, cualificada y con principios, con objetivos a largo plazo y con un plan de vida detallado (Millon et al., 1994).

Los histriónicos creen que “son inadecuados e incapaces de afrontar la vida por sí mismos”, buscan activamente formas de influir sobre los demás para que cuiden de ellos, emprenden activamente la búsqueda de atención y aprobación para asegurar que los demás satisfagan sus necesidades, elogian los potenciales de los cuidadores para que se acerquen más a ellos. En vez de tomar directamente el control de sus vidas, buscan controlar a quienes controlan su destino. Tienden a tener la creencia básica de que es necesario que todos lo amen por lo que hace. Esto genera un fuerte temor al rechazo (Millon, 1981).

Terapia

Las personas histriónicas raramente buscan tratamiento. En primer lugar, la personalidad histérica con un funcionamiento superior encuentra una recompensa a su buena apariencia y encanto en esta sociedad. Además, la variante somatizadora más grave posee fuentes de atención más apropiadas para lo que buscan: el cuidado de la familia y de la comunidad médica. Como la somatización es un mecanismo inconsciente, este subtipo no buscará terapia directamente, aunque quizás sea derivado infructuosamente a un especialista en salud mental. En tercer lugar, los histriónicos que buscan tratamiento lo hacen principalmente con el objetivo de hallar un alivio inmediato para su ansiedad o depresión. La terapia requiere introspección y objetividad, dos cualidades que les asustan o aburren (Millon et al., 1994).

Enfoques del tratamiento. El modelo cognitivo del THP sugiere que sería una meta importante ayudar al paciente a pasar de un estilo de pensamiento global e impresionista a un pensamiento más sistemático, centrado en el problema. Como el estilo de pensamiento característico del paciente con THP es claramente disfuncional en muchos sentidos, la terapia cognitiva podría ser un tratamiento particularmente adecuado. Sin embargo, la naturaleza misma del estilo de pensamiento disfuncional del paciente histriónico significa que llega a la sesión con un enfoque de la vida diametralmente opuesto a la naturaleza sistemática y estructurada de la terapia cognitiva. El desafío primordial de la terapia cognitiva con el paciente histriónico consiste en sostener un esfuerzo constante y coherente, con la suficiente flexibilidad como para que el paciente acepte gradualmente un enfoque que al principio le resulta tan poco natural. La terapia cognitiva expone al paciente histriónico a un enfoque totalmente nuevo de la percepción y del procesamiento de la experiencia. (Beck et al., 1976).
En el curso del trabajo con pacientes histriónicos, es útil recurrir a técnicas cognitivo – conductuales, como la puntualización y el cuestionamiento de los pensamientos automáticos, la realización de experimentos conductuales para poner a prueba esos pensamientos, la programación de la actividad y el entrenamiento en relajación, solución de problemas y asertividad. (Beck, Rush, Shaw & Emerick, 1979 citado en Beck et al., 1976). Esta conceptualización del THP sugiere que para lograr cambios que persistan mucho después de que el tratamiento haya terminado, habrá que cuestionar los supuestos subyacentes “Soy inadecuado e incapaz de manejar mi vida por mí mismo” y “Necesito ser amado (por todos y siempre)”. (Beck et al., 1976). El empleo coherente de la cooperación y el descubrimiento guiado tiene importancia especial, en vista de la tendencia del paciente histriónico a ser dependiente en sus relaciones. (Beck et al., 1976).

Uno de los mayores problemas en el tratamiento de los individuos con THP consiste en que suelen abandonar la terapia antes de que se produzcan cambios significativos. Una manera esencial de retener a los pacientes histriónicos en el tratamiento es establecer metas auténticamente significativas e importantes para ellos y que permitan obtener algunos beneficios más o menos inmediatos, además de ventajas a largo plazo. Estos pacientes tienden a establecer metas amplias y vagas que se adecuan a lo que ellos piensan que se espera de un paciente, pero que no parecen particularmente auténticas. Es esencial que las metas sean específicas y concretas. (Beck et al., 1976). Además, como los problemas del paciente histriónico son exacerbados por su estilo de pensamiento global y vago, enseñarle a controlar y puntualizar con exactitud pensamientos específicos constituye una parte importante del tratamiento, con independencia del problema presentado. (Beck et al., 1976). El proceso de identificar pensamientos y sentimientos es el primer paso hacia el logro de cambios graduales en el estilo de pensamiento problemático del histriónico, mientras cumple también la función de centrar la atención en las emociones, los deseos y las preferencias. (Beck et al., 1976).

Referencias.

  • Fuente: http://www.apsique.cl/wiki/Trastorno+de+personalidad+Histrionico#comment-103695
  • American Psychiatric Association (APA). (2002). DSM – IV – TR. Barcelona: Masson. 
  • Beck, A.T. (1976). Cognitive Therapy and the Emotional Disorders. New York: International Universities Press. 
  • Cale, E, Lilienfeld, S. (2002) Histrionic personality disorder and antisocial personality disorder: Sex-differenciated manifestations of psychopathy?. Journal of personality disorders, 16 (1), 52-72. 
  • Cavero, M., Díaz-Marsá, M., Fombellida, C. Trastornos de la personalidad (en línea).Disponible en:http://membres.fortunecity.es/robertexto/archivo13/trast_pers.htm. (visitado el 11 de Octubre de 2004). 
  • Kaplan. H., B. Sadock. B.. (1999). Sinopsis de psiquiatria. (8° Ed.) Madrid: Edit medica panamericana 
  • Millon, T. (1981). Disorders of personality: DSM-III, Axis II. New York: Wiley-Interscience. 
  • Millon, T., Weiss, L., Millon, C., Davis, R. (1994). Millon Index of Personality Styles (MIPS) Manual. San Antonio: The Psychological Corporation. 
  • Roca, E. Tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos de personalidad (en línea). Disponible en. www. cop.es/colegiados/PV00520. (visitado el 11 de Octubre de 2004). 
  • Trastornos de personalidad (en línea). Disponible en: http://salud.discapnet.es/guias+de+salud/guia+sobre+salud+mental/neurosi...+trastornos+de+la+personalidad/personalidad.htm. (visitado el 11 de Octubre de 2004). 
  • Trastornos de personalidad tipo B (en línea). Disponible en: www.psicologia-online.com/ESMUbeda/Libros/Manual/manual18.htm (visitado el 3 de Octubre de 2004). 
  • Trastornos de personalidad histriónica (en línea). Disponible en: www.nlm.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001531.htm (visitado el 11 de Octubre de 2004).

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La enfermedad moral de nuestra sociedad

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Encontrar esta forma de pensamiento me resulta gratificante, así no me siento solo perdido en un mundo donde en momentos creo que somos muy pocos los que pensamos así, este texto está lleno de un rico contenido actual y verídico, y cómo nos los ha dicho Jung con su inconsciente colectivo en la persona y la sombra, al igual que Wilhelm Reich con su teoría del orgón, Fromm en sus obras, Aldous Huxley en "Un mundo Feliz" y en  "Nueva visita a un mundo feliz" notamos este tipo de pensamiento que convergen todo el tiempo, pero la sociedad no quiere ver o no cree lo que sí está pasando, ¿Cómo podemos educar a las nuevas generaciones en una sociedad moralmente enferma?, evidentemente no es posible, si no tomamos en cuenta estas formas de pensamiento y que, de no ser así nos pueden llevar a una sociedad que se destruye a sí misma.

Para dar una pequeña reseña del personaje que adjunto el texto, puedo citar estos datos que, al mismo tiempo dicen mucho del tema.


"Un grito en el desierto de lo real" es el título del último libro de Juan Pedro Viñuela (Villafranca, 1963), filósofo, profesor en el IES Meléndez Valdés de esta localidad y autor de numerosos libros, entre los que cabe destacar "Filosofía desde la trinchera", "Una mirada ética a la tecnociencia", "Pensamientos contra el poder", "Reflexiones de un francotirador", "Escritos desde la disidencia" y "Ágora".
¿A qué desierto se refiere Viñuela en su título? "Me refiero a la realidad social, es un desierto", asegura. Un desierto ético, social y político. Y añade: "Un mundo que permanece dormido ante las injusticias, que carece de igualdad, de libertad y, sobre todo, de fraternidad, la hermana pequeña de la Ilustración nunca desarrollada".

En apenas 198 páginas, el filósofo impregna su libro de democracia, mucha democracia, y no para ensalzarla, más bien lo contrario, puesto que "nuestra democracia de cartón de piedra, ni siquiera llega a esa altura de democracia liberal representativa y mediatizada económicamente, sino que además es una mesocracia, se ha convertido en una mediocridad, es decir, el poder de los mediocres".

Por Juan Pedro Viñuela. Filósofo

Esta mañana me he quedado perplejo y me he dado cuenta de que, en verdad, esta sociedad está enferma. No sé si los psiquiatras, psicólogos y analistas de la “mente”, harán mucho o poco negocio. Pero, lo cierto es que esta sociedad está tremendamente enferma. Pero la enfermedad, no es somática (todas son somáticas, esto es, físicas, no hay un alma, pero entiéndaseme), sino moral. Lo que me ha ocurrido es lo siguiente. Voy a unos grandes almacenes y por casualidad veo la sección de librería y como el mes de agosto ha retrasado mis pedidos de libros, pues me dirijo a sus anaqueles, pasando de largo por la sección de best sellers, novela histórica y demás. Y, esperanzado, me dirijo a la sección de ensayo. La primera sorpresa que me llevo es lo escuálida de la misma, en comparación con las citadas. Pero mi sorpresa se hace mayúscula cuando me doy cuenta de que todos los títulos que aparecen en ensayo son de libros de autoayuda, así llamados. Yo pienso que a los únicos que ayudan es a los que los escriben y a las editoriales, pero, en fin. Como hemos dicho más de una vez, la lectura es la conversación de la humanidad. Pero la lectura hoy en día, además de la fragmentación que ha sufrido por las nuevas tecnologías de la comunicación, no es más que una forma de pasar el rato, de llenar nuestro vacío con misterios novelados sobre el origen y los milagros de nuestras religiones y, en último término, para encontrar nuestro equilibrio. Todo ello muestra que estamos moralmente enfermos. Y, por ello, supongo que las consultas de psicólogos y psiquiatras están repletas. Estos profesionales pueden ayudar, y en algunos casos, mucho, pero yo confío más en la bioquímica. Y cuando el problema es de origen moral, en la filosofía y la sabiduría milenaria. Pero, como ya sabemos, debido a la razón instrumental, la moral se ha medicalizado a través de psicólogos y pedagogos. Y los síntomas que he mostrado son estrictamente morales.

El hombre actual vive en el vacío. Es lo que hemos llamado el nihilismo. La muerte de las religiones han desencantado el mundo, como dijera Weber. Las religiones que las han sustituido anulan la magia, el misterio y al individuo. Al contrario, lo quieren racionalizar todo. Pretenden una solución racional y definitiva para todos los problemas. La nueva religión es la tecnociencia que se extiende a todos los ámbitos del saber. Pero el hombre, como animal de creencias que es, convierte a la ciencia en religión y cree en el mito del progreso. Pero esta nueva religión no alimenta su espíritu y por eso acude a las novelas de misterio en las que se relacionan la historia, la religión, el misterio, lo mágico y lo policíaco. Ésta es una perfecta mezcla para cautivar al individuo, mientras dura la lectura. La necesidad de mitos y de historias se suple momentáneamente y nuestro vacío espiritual también. De paso, se entretienen. Pero, como el mal tiene un origen todavía más profundo, se necesita al psicólogo y a los libros de autoayuda. La sociedad ha transformado a las personas en individuos aislados. Somos animales que vivimos en y desde la comunicación. Pero la sociedad nos aísla, poniéndonos en el centro de las preocupaciones. El ciudadano occidental de hoy en día está absolutamente preocupado por sí mismo. Los únicos valores que lo rigen son los egocéntricos: su salud, su bienestar, su auto, su vivienda, la moda, y así. La cuestión pública, que es su dimensión social en la que se debe realizar, la justicia y la igualdad, careen de importancia. El nihilismo occidental en el que han caído los ciudadanos los convierte en individuos intercambiables, islas hipercomunicadas, pero sin contenido (sólo hay que echar un vistazo a las redes sociales y ver qué tipo de mensajes predominan.) Estos individuos carecen de la capacidad de la empatía, de ver más allá de su propio “mal”, más bien malestar creado por la sociedad de consumo que los ha vuelto sobre sí mismos para dar marcha a la dinámica del deseo. Por eso la enfermedad, mejor, el mal, es moral. No hay enfermedad. Hay un mal, porque esto es una cuestión ético-filosófica, no médica. A menos que la medicina se conciba en un sentido más antiguo en el que se cohesionaban, la ética, la técnica, la ciencia y el arte. Pero en la sociedad en la que vivimos, esto, de momento, no es posible. En definitiva, este individuo egoísta e insatisfecho -lo exige la propia dinámica del deseo, que lo devora, a la vez que alimenta el motor de la sociedad, que es el consumo- está poseído por un mal moral: la insolidaridad. El no ser capaz de ponerse en el lugar del otro. Sólo quiere su propio bienestar. Pero, precisamente, el mal está en lo de lo propio. Todos estos libros de autoayuda lo que hacen es reafirmar el yo, el origen del mal. De lo que se trata es de salir de este yo por las diferentes vías que tenemos: el conocimiento, el arte, la solidaridad, la comunicación con amigos y familiares, el compromiso público por la justicia… Todo ello esparce nuestro yo en la comunidad y nos hace participe de ella. Pero el mirar sólo nuestra salud, nuestras posesiones y todo lo demás, nos lleva a un grado de insatisfacción y frustración permanente; a un, paradójico, empequeñecimiento del yo. El individuo egocéntrico tiene un yo reducido, porque nuestro yo se engrandece por la comunicación con los demás por muchos y variados medios. Esta comunicación nos sacia, porque está constituida los placeres intelectuales: conocimiento, arte, amistad, compromiso, y nos produce serenidad, a la par que un olvido de nuestra condición contingente.

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Trastornos del sueño

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Arquitectura normal del sueño Los humanos duermen y despiertan en un ciclo de 24 horas, que se llama ritmo circadiano. La inactivación del sistema de activación reticular produce el estado de sueño, un estado de alteración de la consciencia o de inconsciencia parcial, del cual el individuo puede despertar mediante diversos estímulos.
El sueño normal está formado de dos tipos de sueño:

  1. Sueño de movimientos oculares lentos (MOL o NREM)
  2. Sueño de movimientos oculares rápidos (MOR o REM)

Sueño de movimientos oculares lentos (MOL o NREM) 
El sueño de movimientos oculares lentos o sueño de ondas lentas, está formado de cuatro etapas, cada una de las cuales emerge en forma gradual para dar origen a la siguiente. Cada etapa se identifica en los registros del encefalograma.
Etapa 1. Esta es una etapa de transición entre el despertar y el dormir, que en forma normal dura de uno a varios minutos. La persona se encuentra relajada con los ojos cerrados. Durante este tiempo, las respiraciones y el pulso son regulares y la persona tiene pensamientos flotantes. Si se le despierta, la persona dirá que no esta dormida. Disminuyen las ondas alfa y aparecen las ondas teta en el encefalograma.

Etapa 2. Esta es la primera etapa de un verdadero sueño, aunque se piensa que la persona experimenta sólo un sueño ligero. Es un poco difícil despertar a la persona. Se pueden experimentar fragmentos de sueños, y los ojos se pueden mover en forma lenta de un lado a otro. El electroencefalograma, muestra espículas: de sueño elevaciones cortas y bruscas de ondas delgadas y puntiformes que se presentan con una frecuencia de doce a catorce Hertz (ciclos) por segundo.


Etapa 3. Este es un periodo de sueño moderadamente profundo. La persona se encuentra muy relajada. La temperatura corporal y la presión sanguínea empiezan a disminuir. Es difícil despertar a la persona. El electroencefalograma, muestra una mezcla de espículas de sueño y ondas delta. Esta etapa se presenta veinte minutos después de caer en el sueño.

Etapa 4. Se presenta el sueño profundo. La persona esta muy relajada y responde en forma lenta si se le despierta. Durante esta etapa se presenta la enuresis y el caminar dormido. El electroencefalograma, tiene predominancia por las ondas delta.


En un periodo de sueño típico de 7 a 8 horas, una persona va de la etapa 1 a la 4 del sueño de movimientos oculares lentos. Posteriormente, la persona asciende a las etapas 2 y 3; y después el sueño de movimientos oculares rápidos, en tan solo 50 a 90 minutos. El ciclo por lo general continúa a través de todo el periodo de sueño.

Sueño de movimientos oculares rápidos (MOR o REM)
Se le llama también sueño paradójico. Las lecturas del encefalograma, son similares a las de la primera etapa del sueño de movimientos oculares lentos; sin embargo, hay diferencias fisiológicas importantes. Durante el sueño REM esta deprimido el plano muscular (excepto para los movimientos oculares rápidos en los ojos), las respiraciones y frecuencia del pulso aumentan y son irregulares. La presión sanguínea también fluctúa considerablemente. Es durante el REM, donde se presenta la mayor parte de los sueños.

El sueño de movimientos oculares lentos y movimientos oculares rápidos, se alternan durante toda la noche, con intervalos de aproximadamente 90 minutos entre los periodos de movimientos oculares rápidos. Este ciclo se repite tres o cinco veces, durante todo el periodo de sueño. Los periodos de sueño de movimientos oculares rápidos, inician con una duración de cinco a diez minutos y se alargan en forma gradual hasta que el periodo final dura casi 90 minutos. En un periodo de sueño normal, el sueño de movimientos oculares rápidos hace un total de 90 a 120 minutos.

  • La mayor parte de los medicamentos sedantes, disminuyen en forma importante el sueño REM.
  • Conforme se envejece hay menos porcentaje de sueño REM.
  • Los niños y los lactantes presentan un alto porcentaje en sueño REM.
  • El centro del sueño de movimientos oculares lentos se encuentra en el núcleo del rafe. Sus neuronas contienen grandes cantidades de neurotransmisor de serotonina. Cuando se termina el aporte de serotonina, se presenta el insomnio severo y una reducción en el sueño NREM y REM.
  • El centro de del sueño de movimientos oculares rápidos, se encuentra en el locus coeruleos. Sus neuronas contienen el neurotransmisor noradrenalina.
  • El ritmo natural del cuerpo, en especial la temperatura corporal, determina la duración del sueño. A mayor temperatura, se duerme más.

No existen un único centro del sistema nervioso central que controle el sueño., sino que es la interconexión de varios neurotransmisores que se activan o se inhiben:
  1. Serotonina: Induce el sueño. Lesiones en el núcleo rafe, disminuyen la cantidad de serotonina produciendo insomnio.
  2. Noradrenalina: Se localiza en el locus coeruleus. La disminución de noradrenalina también ha demostrado afectar al nivel de alerta y al ciclo de sueño y vigilia.
  3. Dopamina: Se localiza en la sustancia negra. La dopamina permite estar alerta en la vigilia. Al utilizar un bloqueador de dopamina, se incrementa el tiempo de sueño.
  4. Acetilcolina: Produce sueño REM.
  5. Adenosina: Tiene efectos sedantes e inhibitorios de la actividad neuronal.
  6. Histamina: Acorta la latencia del sueño, pero no modifica el sueño nocturno.
  7. GABA: Es el neurotransmisor que ayuda a inducir la relajación y el sueño. Crea equilibrio en el cerebro inhibiendo la excitación.Melatonina: Es la principal hormona de la glándula pineal. Su precursor es la serotonina e induce el sueño.
Los trastornos del sueño son una patología muy frecuente tanto aislada, propia como tal, o asociada a otros trastornos. Sin embargo, es una parte de la medicina relativamente nueva, se han producido los avances tanto de diagnóstico como terapéuticos. Las clasificaciones de estas enfermedades han ido sufriendo cierta evolución, basándose actualmente en los síntomas.



 Clasificación de los trastornos del sueño.

  •  Tipos de insomnio.
  •  Trastornos del ciclo sueño vigilia. 
  •  Parasomnias.
La Clasificación Internacional de los Trastornos del Sueño (International Clasificación of Sleep Disorders o ICSD) distingue tres grandes grupos de enfermedades del sueño:
  1. Disomnias: alteraciones del sueño que hacen difícil conciliar el sueño, o mantenerse dormido. 
  2. Parasomnias: trastornos de la conducta o comportamientos anormales que tienen lugar durante el sueño.
  3. Trastornos del sueño asociados con procesos médicos o psiquiátricos: enfermedades y medicamentos que interfieren con el ciclo del sueño.

 Disomnias 

Trastornos intrínsecos del sueño: 
  1. Insomnio psicofisiológico.- tendencia a despertarse fácilmente. 
  2. Insomnio idiopático.- problemas para iniciar el sueño en menos de 30 minutos. 
  3. Narcolepsia.- Ataques de sueño . Quedarse dormido.
  4. Hipersomnia recurrente o idiopática.- dormir demasiado sin una causa. 
  5. Hipersomnia postraumática.- somnolencia excesiva que ocurre como resultado de un evento traumático que involucra al sistema nervioso central. 
  6. Síndrome de apnea del sueño.- hacer una o más pausas en la respiración o respirar de forma superficial durante el sueño.
  7. Trastorno de los movimientos periódicos de las piernas.- es una afección en la que las piernas de una persona, y a veces los brazos, se mueven en forma repetitiva y descontrolada mientras está dormida. 
  8. Síndrome de las piernas inquietas.- trastorno neurológico caracterizado por sensaciones desagradables en las piernas, y un impulso incontrolable de moverse cuando se está descansando, en un esfuerzo para aliviar estas sensaciones.
Trastornos extrínsecos del sueño: 
  1. Higiene del sueño inadecuada.- actividades que producen activación o excitación y aquellas que son incompatibles con la manifestación del sueño. 
  2. Trastorno ambiental del sueño.- trastorno ocasionado por aspectos externos, más que por una causa interna. 
  3. Insomnio de altitud.- es un insomnio de aparición aguda, generalmente acompañado de cefalea, perdida de apetito y fatiga. Ocurre tras el ascenso a altitud. 
  4. Trastorno del sueño por falta de adaptación.- no dormir en un lugar seguro o en la cama propia. 
  5. Trastorno de asociación en la instauración del sueño.- incapacidad de instaurar un hábito de sueño adecuado. 
  6. Insomnio por alergia alimentaria.- insomnio por alergia a la comida.
  7. Síndrome de la ingestión nocturna de comida o bebida.- incapacidad de dormir por haber realizados una gran ingesta de comida o bebida por la noche. 
  8. Trastornos del sueño secundarios a la ingestión de alcohol, fármacos o drogas.- incapacidad de dormir por el consumo de sustancias.
Trastornos del ritmo circadiano del sueño:


  1. Síndrome del cambio rápido de zona horaria (síndrome transoceánico).- incapacidad de dormir por cambios de horario. 
  2. Trastorno del sueño en el trabajador nocturno.- el sueño diurno, no posee las características reparadoras del sueño. 
  3. Síndrome de la fase del sueño retrasada.- afecta el tiempo del sueño, la temperatura, ritmo hormonal y nivel de atención.

Parasomnias.


Trastornos del despertar: 

  1. Despertar confusional.- se manifiesta por un estado de desorientación y confusión en tiempo y espacio al despertar 
  2. Sonambulismo.- Cuando las personas caminan dormidas, se pueden parar y lucir como si estuvieran despiertas cuando realmente están dormidas. 
  3. Terrores nocturnos.- se caracteriza por producir un terror extremo y un estado de inhabilidad para recuperar la consciencia completamente, la persona no tiene control de sus movimientos.
  4. Síndrome del adelanto de la fase del sueño.- sentir sueño varias horas antes de la hora de acostarse. 
  5. Trastorno por ciclo sueño-vigilia diferente de 24 horas.- Se caracteriza por la insuficiencia del ritmo circadiano biológico para ajustarse al ciclo de 24 horas de luz-oscuridad ambiental, siendo de más duración.
Trastornos de la transición sueño-vigilia:
  1. Trastornos de los movimientos rítmicos.- Consiste en movimientos rítmicos, estereotipados y repetitivos que afectan a cabeza cuello y piernas. 
  2. Trastornos del hablar nocturno.- se refiere a hablar en voz alta durante el sueño. 
  3. Calambres nocturnos en las piernas.- son calambres que ocurren durante el sueño.

Parasomnias asociadas habitualmente con el sueño REM:

  1. Pesadillas.- Son ensoñaciones muy vivenciadas, de contenido desagradable, y que producen una importante sensación de miedo en el sujeto, llegando a despertarle en muchas ocasiones. 
  2. Parálisis del sueño.- Consisten en una incapacidad para hablar y realizar cualquier movimiento voluntario con la cabeza, el tronco o las extremidades, debido a una pérdida completa del tono muscular. 
  3. Trastornos de la conducta del sueño REM.- se caracteriza por la repetición de un contenido violento de los ensueños acompañado de una actividad física violenta.
Otras Parasomnias:
  1.  Bruxismo nocturno. Contracción de los músculos de la boca. 
  2. Enuresis nocturna.- micción involuntaria por la noche. 
  3. Distonía paroxística nocturna.- trastorno motor que aparece de manera súbita, repetida y frecuente durante el sueño.
  4. Catatrenia: quejido nocturno,
  5. Alucinaciones.- percepción que no corresponde a ningún estímulo externo y que es vivido como real 
  6. Trastorno del sueño debido a un desorden disociativo.- sentir una desconexión subjetiva del cuerpo con el ambiente.
Clasificación internacional de los trastornos del sueño ICSD-2
INSOMNIOSALTERACIONES RESPIRATORIASHIPERSOMNIASALTERACIONES DEL RITMO CIRCADIANO
• Agudo
• Psicofisiológico
• Paradójico
• Idiomático
• Por alteración mental
• Por mala higiene del sueño
• Conductual de la infancia
• Por fármacos
• Por otras enfermedades
• No orgánico
• No clasificable




• Apneas centrales
• SAHS
• Hipoventilación alveolar central del obeso
• Hipoventilación alveolar central congénita
• Síndrome de aumento de la resistencia de vías aéreas superiores
• Trastornos respiratorios nocturnos secundarios


• Narcolepsia con cataplejía
• Narcolepsia sin cataplejía
• Narcolepsia secundaria
• Hipersomnia recurrente
• Hipersomnia idiomática
• Hipersomnia conductual por sueño insuficiente
• Hipersomnia no orgánica
• Hipersomnia orgánica
• No clasificable en otros
• Acortamiento del ciclo
• Alargamiento del ciclo
• Irregularidad del ciclo
• Sin ciclos de sueño
• Jet-lag
• Trabajo en turnos
• Por enfermedad mental
• Por fármacos o drogas
• Otros





MOVIMIENTOS ANORMALESSÍNTOMAS AISLADOS, VARIANTES NORMALESPARASOMNIAS
• Piernas inquietas
• Movimientos periódicos de las piernas
• Calambres nocturnos
• Bruxismo
• Movimiento rítmico relacionado con el sueño
• Secundarios a trastornos mentales
• Secundarios a fármacos o drogas
• Secundarios a trastornos médicos
• Otros

• Ronquidos
• Sueño prolongado
• Sueño corto
• Somniloquios
• Mioclonías de entrada en sueño
• Mioclonías benignas del sueño de la infancia
• Temblor del pie rítmico en niños
• Mioclonías fragmentarias excesivas del sueño
Trastornos del despertar
• Despertar confusional
• Terrores nocturnos
• Sonambulismo
Parasomnias en REM
• Trastorno de conducta de sueño REM
• Parálisis del sueño aislada
• Pesadillas
Otras parasomnias
• Enuresis
• Catatrenia
• Explosión cefálica
• Alucinaciones del sueño
• Comida nocturna
• Ttrastornos disociativos en sueño
• Otras

Trastornos del sueño asociados con procesos médicos o psiquiátricos.

Asociados con trastornos mentales: 
  1.  Depresión.
Asociados con trastornos neurológicos: 
  1. Trastornos degenerativos cerebrales 
  2. Enfermedad de Parkinson 
  3. Insomnio familiar mortal.- incapacidad de conciliar el sueño. 
  4. Epilepsia relacionada con el sueño 
  5. Cefaleas relacionadas con el sueño
Asociados con otros procesos médicos: 
  1. Enfermedad del sueño, Tripanosomiasis Africana.- enfermedad transmitida por un parásito (mosca tse-tsé) 
  2. Isquemia cardíaca nocturna 
  3. Neumopatía obstructiva crónica 
  4. Asma relacionada con el sueño 
  5. Reflujo gastroesofágico relacionado con el sueño 
  6. Enfermedad ulcerosa péptica 
  7. Síndrome de fibrositis.
INSOMNIO El insomnio es el más frecuente de todos los trastornos del sueño. El insomnio es la dificultad para la conciliación o el mantenimiento del sueño, despertar precoz o un sueño poco reparador, a pesar de disponer de condiciones adecuadas para el sueño.

TIPOS DE INSOMNIO
  1. Insomnio agudo: Se presenta ante situaciones estresantes.
  2. Insomnio psicofisiológico: Ansiedad o excesiva preocupación por el sueño o dificultad para quedarse dormido al acostarse.
  3. Insomnio paradójico: incapacidad de conciliar el sueño.
  4. Insomnio idiopático: insomnio que aparece durante la infancia o durante los primeros años de la juventud, sin que se pueda reconocer un factor desencadenante o una causa que lo justifique.
  5. Insomnio debido a trastornos mentales: causado por enfermedad mental.
  6. Insomnio debido a una inadecuada higiene del sueño: asociado a actividades diarias que necesariamente impiden una adecuada calidad del sueño y mantenerse despierto y alerta durante el día. 
  7. Insomnio debido a fármacos o tóxicos: supresión del sueño relacionada con el consumo de fármacos, drogas, cafeína, alcohol, comida, o con la exposición a un tóxico ambiental.
  8.  Insomnio debido a problemas médicos: por enfermedad orgánica.
Trastornos del ciclo sueño – vigilia.
Son modificaciones en el horario habitual del sueño, ajenas a la voluntad de la persona que padece el problema.
  1. Ritmo sueño-vigilia irregular. Se caracteriza por la ausencia de un ritmo circadiano sueño-vigilia claramente definido.
  2. Ritmo sueño-vigilia libre. El ritmo sueño-vigilia no coincide con el patrón típico de 24 horas.

Generalidades de los principales trastornos mentales y su sustento biológico.

El trastorno mental, es un “síndrome o un patrón de carácter psicológico, sujeto a investigación médica y por lo general, se asocia a un malestar o a una discapacidad”.
La clasificación de las enfermedades de la personalidad, no se basa en su comprensión dinámica, sino en la observación de síntomas que se agruparon en síndromes, con el fin de diferenciar varios grupos y modalidades de trastornos.


Trastornos del estado de ánimo.
El estado de ánimo, es un estado emocional que presenta sentimientos, agradables o desagradables, ante una idea o una situación. 
Un trastorno del estado de ánimo deteriora a la persona en los aspectos físicos (funciones y ritmos biológicos), conductual (forma de actuar) y emocionales (sentimientos y afectos). Un estado de ánimo se determina según el tipo de episodio que lo configura:
  1. Maníaco
  2. Hipomaníaco
  3. Depresivo.
Los trastornos del estado de ánimo se dividen en:
  1. Bipolar.
    1. Trastorno bipolar. 
    2. Ciclotimia. 
    3. No especificado.
  2. Trastorno depresivo.
    1. Depresión 
    2. Distimia 
    3. Trastorno depresivo no especificado
Tipo de episodio:
  1. Maniaco: el estado de ánimo es anormal y persistentemente elevado, expansivo o irritable, al menos durante 4 días. La alteración del estado de ánimo va acompañada de aumento de la autoestima o grandiosidad, disminución de la necesidad de dormir, lenguaje verborreico, fuga de ideas, distraibilidad, aumento de las actividades intencionadas o agitación psicomotora, aumento de apetito e implicación excesiva en actividades placenteras con un alto potencial para producir consecuencias graves. El episodio no se debe a una enfermedad, a los efectos directos de una droga, un medicamento, otros tratamientos somáticos de la depresión o a la exposición a un tóxico.
  2. Hipomaníaco: Es una manía más suave y la diferencia radica en que tiene una duración menor (2 días). Un hipomaníaco puede presentar (no necesariamente todo): exageración de las propias posibilidades, inicio de nuevas actividades, exageración en la sociabilidad, aumento en la velocidad mental, aumento en la gestualidad, disminución de necesidad de dormir, cambio impredecible de humor, mayor emotividad e irritabilidad.
  3. Depresivo: La depresión, es un estado de ánimo que varía escasamente de un día para otro, y no suele responder a cambios ambientales. Algunas manifestaciones son: disminución de atención y concentración, perdida de confianza en sí mismos y sentimientos de inferioridad, ideas de culpa y de ser inútil, sin esperanza en el futuro, pensamientos y actos suicidas o autoagresiones, trastorno del sueño y pérdida o aumento del apetito.
División de los trastornos del ánimo:

Bipolar.
  1. Trastorno bipolar: Presenta episodio maniaco y episodio depresivo, sin embargo, no hay una causa clara que determine los episodios. Las fases de exaltación, alegría desenfrenada o irritabilidad y grosería, alternan con otros episodios en que la persona está con depresiones intensas, con bajo estado de ánimo, incapacidad para disfrutar, falta de energía, ideas negativas y, en casos graves, ideas de suicidio. El origen del trastorno es del todo orgánico, por mal aprovechamiento de los neurotransmisores cerebrales serotonina y dopamina. Se comprueba la organicidad por la existencia de patrones genéticos de herencia. Se trata con litio, que regula el mecanismo biológico del estado del ánimo.
  2. Ciclotimia: Provoca altibajo emocionales, pero no tan extremoѕ como en el traѕtorno bіpolar. La persona que padece ciclotimia, puede pasar de la euforia a la depresión.

Trastorno depresivo:
  1. Depresión: Se debe por la disminución del neurotransmisor de serotonina. Los síntomas emocionales son: ánimo deprimido o triste, y/o irritabilidad, pérdida de interés, motivación o placer (anhedonia) en las actividades que antes disfrutaba, sentimientos de culpa exagerados y baja autoestima, pesimismo y desesperanza que a menudo lleva a ideas de muerte y a pensamientos (o acciones) suicidas, alteraciones de la actividad psicomotora que puede ir hasta el inmovilismo catatónico, aumento o disminución del apetito, aumento o disminución del sueño, fatiga o falta de energía y dificultad para concentrarse, para recordar o tomar decisiones.
  2. Distimia: Se desconoce la causa, sin embargo tiende a ser hereditaria y se presenta más en mujeres. Presenta síntomas como la depresión, pero menos graves. Las personas con distimia con frecuencia tendrán un punto de vista negativo o desalentador de sí mismos, de su futuro, de otras personas y de hechos de la vida. Los problemas con frecuencia parecen más difíciles de resolver.

Trastornos de ansiedad

Es el trastorno con mayor frecuencia. Los rasgos característicos de estos trastornos son: síntomas de ansiedad y conducta de evitación, inseguridad básica, miedo, nerviosismo, falta de aliento, ahogo, mareo, ritmo cardiaco acelerado, problemas gástricos, preocupación, falta de espontaneidad, palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardíaca, sudoración, temblores, sensación de ahogo, sensación de atragantarse, opresión o malestar torácico, náuseas o molestias abdominales, inestabilidad, desmayo, desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (estar separado de uno mismo), miedo a perder el control o volverse loco, miedo a morir, parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo) y escalofríos o sofocaciones.

La ansiedad es un estado emocional displacentero, sus fuentes generalmente son difíciles de identificar. Generalmente se acompaña de síntomas fisiológicos, que pueden conducir a la fatiga y al agotamiento. Las crisis duran horas o minutos, son inesperadas y pueden o no presentarse inmediatamente antes o en el momento de la explosión de la situación. La angustia genera situaciones desadaptativas, tiene un componente inconsciente que al sujeto le provoca malestar. Los trastornos de ansiedad se asocian con una disminución de la actividad del neurotransmisor serotonina.
TIPOS.
  1. Crisis de angustia (panic attack) Aparición temporal y aislada de miedo o malestar intensos, acompañada de cuatro (o más) de los síntomas, que se inician bruscamente y alcanzan su máxima expresión en los primeros 10 min. 
  2. Trastorno de angustia sin agarafobia Presenta estados de ansiedad, donde la persona no reconoce que es lo que le sucede. 
  3. Trastorno de angustia con agarafobia Presenta estados de ansiedad, donde la persona si reconoce que es lo que le sucede y presenta una inquietud insistente por la posibilidad de tener más crisis o la complicación de ésta.
  4. Trastornos fóbicos La ansiedad aparece cuando el sujeto se enfrenta con el objeto o la situación temida. Generalmente hay conductas de evitación. Existe:
    1. Fobia social: lugares públicos.
    2. Fobia simple: objeto específico.
  5. Trastorno obsesivo-compulsivo La obsesión, es una idea reconocida como absurda y la compulsión es llevar esa idea a un acto motor. Es decir, las personas tienen pensamientos, sentimientos, ideas, sensaciones (obsesiones) o comportamientos repetitivos e indeseables que los impulsan a hacer algo (compulsiones).
  6. Trastorno por ansiedad generalizada Hay angustia y preocupación por más de seis meses, sin causa aparente. 
  7. Trastorno por estrés post-traumático Se duda que sea ansiedad o evitación, ya que se vive como una reexperiencia.
  8. Trastorno por estrés agudo La persona ha experimentado, presenciado acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su integridad física o la de los demás o la persona ha respondido con un temor, una desesperanza o un horror intenso.

Trastornos psicóticos.

Trastorno mental que causa ideas y percepciones anormales. Las personas con psicosis pierden contacto con la realidad. Presentan dos o más de los siguientes síntomas: ideas delirantes, alucinaciones, lenguaje desorganizado comportamiento catatónico o gravemente desorganizado, síntomas negativos (aplanamiento afectivo y abulia) y disfunción social y laboral. Los delirios que son falsas creencias, y las alucinaciones son percepciones falsas, como escuchar, ver o sentir algo que no existe. La ciencia no tiene muy claro aún qué sucede, pero parece que la dopamina y la serotonina, están implicadas. Puede ser de origen genético.

TIPOS. 
Esquizofrenia. La persona puede tener problemas con el pensamiento, las emociones y el comportamiento, como: Comportamientos extraños, escuchar o ver cosas que no existen (alucinaciones), aislamiento, disminución de la emoción, problemas para prestar atención, creencias fuertemente sostenidas que no son reales (delirios) y los pensamientos "saltan" entre diferentes temas (asociaciones sueltas).
Existe esquizofrenia de tipo:
  1. Paranoide: ideas delirantes o alucinaciones auditivas frecuentes.
  2. Desorganizado: lenguaje, comportamiento y afectividad desorganizada o inapropiada.
  3. Catatónico: inmovilidad motora o estupor, actividad motora excesiva, negativismo extremo, posturas extrañas, ecolalia o ecopraxia.
  4. Residual: Ausencia de ideas delirantes, alucinaciones, lenguaje desorganizado y comportamiento catatónico o gravemente desorganizado, pero si muchas manifestaciones de alteración.

Trastornos de la conducta alimentaria.

Es una enfermedad mental que se caracteriza por graves alteraciones relacionadas con la alimentación, el peso y la imagen corporal.

Tipos:
  1. Anorexia nerviosa Consiste en el rechazo a mantener el peso corporal mínimo normal (considerando la edad y la talla), un miedo intenso a ganar peso y una alteración significativa de la percepción de la forma o tamaño del cuerpo.
  2. Bulimia Nervosa. Consiste en atracones y métodos compensatorios inapropiados para evitar la ganancia de peso. Además, la autoevaluación de los individuos con esta enfermedad se encuentra excesivamente influida por la figura y el peso corporal.
  3.  Trastorno de la Conducta Alimentaria No Especificado En esta categoría se agrupan a los trastornos alimentarios que no cumplen todos los criterios para Anorexia o Bulimia Nervosas, por ejemplo, trastorno por atracón.
En la regulación del apetito y la alimentación participan receptores opioides de las células nerviosa, así como el ácido gamma-amino butírico (GABA), que es el principal neurotransmisor inhibitorio cerebral. También, interviene la dopamina en conductas de adicción, motivación y recompensa del núcleo accumbens

Trastornos sexuales y de la identidad sexual.

El DSM-IV – TR considera cuatro grupos en esta categoría diagnóstica: 
  1. Trastornos sexuales 
  2. Parafilias 
  3. Disfunciones sexuales 
  4. Trastornos de la identidad sexual.
  1. Trastornos sexuales Se refieren a la aversión, disminución, ausencia de fantasías y deseos, así como a la incapacidad para la terminación de la actividad sexual.
    1. Deseo sexual hipoactivo
    2. Trastorno por aversión al sexo
    3. Trastorno de la excitación sexual en la mujer
    4. Trastorno de la erección en el hombre
    5. Trastorno orgásmico femenino y masculino
    6. Eyaculación precoz.
  2. Trastornos sexuales por dolor: Se refieren al dolor que se presenta durante la relación sexual.
    1. Dispareunia.
    2. Vaginismo.
  3. Parafilias Patrón de comportamiento sexual donde el placer no se centra en la relación sexual, sino en alguna otra cosa.
    1. Exhibicionismo: exposición de los propios genitales
    2. Fetichismo: uso de objetos no animados
    3. Frotteurismo: tocar y rozar a una persona en contra de su voluntad.
    4. Pedofilia: actividad sexual con niños.
    5. Masoquismo sexual: disfrutar ser humillado, golpeado o atado.
    6. Sadismo sexual: el sufrimiento psicológico o físico de la víctima es sexualmente excitante para el individuo.
    7. Fetichismo transvestista: acto de transvestirse en un hombre heterosexual.
    8. Voyeurismo: observar ocultamente a personas desnudas.
  4. Trastornos de la identidad sexual,
    1. Trastorno de la identidad sexual: deseos de ser del otro sexo,
Los neurotransmisores están implicados en el deseo, la excitación y el orgasmo. Los niveles de neurotransmisores tienen un efecto directo en la habilidad para segregar testosterona y estrógeno, la hormona necesaria para una actividad sexual saludable. La dopamina juega un papel de excitación en la actividad sexual. Promueve las ganas de actividad sexual continua una vez que la estimulación ha comenzado. La dopamina también respalda la secreción de oxitocina, el químico en las mujeres que es responsable del orgasmo. Debido a que los neurotransmisores son claves en la regulación del interés y la respuesta sexual, los niveles disminuidos pueden llevar a un desinterés en la actividad sexual o disfunción.

Trastornos por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) 

Los trastornos por déficit de atención e hiperactividad se definen por la presencia de: disminución de la atención, impulsividad e hiperactividad, Las alteraciones clínicas se deben problemas bioquímicos de proyección entre los lóbulos frontales y los núcleos basales, que afectan tanto el transporte como la receptación de la dopamina y en menor grado de, la serotonina y norepinefrina. Esto se observa, tanto en los sujetos en los que el trastorno tiene su origen genético, como en los de causa adquirida.

El déficit de atención presenta seis o más de los siguientes síntomas: 
  • Fallo para prestar atención profundamente a los detalles. 
  • Dificultad para sostener la atención en las actividades. 
  • No escucha cuando se le habla directamente. 
  • No sigue las instrucciones que se le dan. 
  • Dificultades para seguir conversaciones. 
  • Evita las conversaciones que requieren esfuerzo mental sostenido. 
  • Pierde u olvida cosas necesarias para las actividades. 
  •  Se distrae fácilmente por estímulos externos. 
  • Es olvidadizo en las actividades diarias.
Para considerar que sea un trastorno con hiperactividad e impulsividad, debe de presentarse por lo menos seis meses, seis de los siguientes síntomas: 
  •  Hiperactividad 
    • Es intranquilo 
    • Se levanta del asiento cuando debería permanecer sentado 
    • Va de un sitio para otro en situaciones en las que debería estar quieto 
    • Tiene dificultades para jugar sosegadamente 
    • Actúa como si "estuviera movido por un motor" 
    • Habla excesivamente 
  • Impulsividad 
    • Contesta las preguntas antes de serle formuladas 
    • Tiene dificultades para esperar su turno.
    • Interrumpe o molesta a los otros niños.

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